Ignacio Martín-Baró, la psicología, la liberación y el pensamiento latinoamericano hoy
El pensamiento de Ignacio Martín-Baró constituye una base clave para una psicología latinoamericana crítica, comprometida con la transformación social y la justicia. Su propuesta de una psicología de la liberación rompe con los modelos psicológicos tradicionales de raíz occidental, los cuales han servido más para reproducir estructuras de poder que para entender a los pueblos en su complejidad. En cambio, propone una psicología situada, que surja desde y para las realidades sociopolíticas de América Latina.
Martín-Baró entiende al ser humano como sujeto colectivo e histórico, cuya identidad se forja en medio de desigualdades, conflictos y procesos de resistencia. En este marco, la psicología debe trascender el individualismo y convertirse en una herramienta que acompañe las luchas sociales, cuestione las estructuras económicas opresoras y dialogue con los saberes indígenas y populares. El concepto de comunalidad y la necesidad de una epistemología decolonial son ejes clave de su propuesta.
Además, influido por su formación jesuita y por los procesos de politización de la Iglesia latinoamericana, su visión integra una crítica religiosa y ética, orientada hacia una práctica profesional que acompañe la liberación integral de los pueblos. Este enfoque también considera la importancia de incluir a las infancias como sujetos activos de transformación, reconociendo su vínculo con la naturaleza y su potencial emancipador.
En síntesis, Martín-Baró plantea una psicología que no sea cómplice del orden establecido, sino una ciencia al servicio de la vida, la justicia y la esperanza. Su legado sigue siendo actual en los debates contemporáneos sobre descolonización del saber, resistencia cultural y construcción de una psicología verdaderamente latinoamericana.
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